Vivienda Colaborativa + Gobernanza = Sociocracia

Vivienda Colaborativa + Gobernanza = Sociocracia

Suele ser una inquietud frecuente de las personas que por primera vez se acercan al mundo de la vivienda colaborativa y las comunidades intencionales el miedo a que estas puedan convertirse en organizaciones que absorben gran cantidad de tiempo y energía para aquellos que forman parte de ellas o, lo que es peor, terreno fértil para los conflictos.
Quizás esta idea tenga mucho que ver con el tipo de organizaciones a las que estamos acostumbrados. Organizaciones verticales, en las que resulta peligroso salirse de la parcela asignada según el puesto que se ocupe, movidas por la competición entre los individuos u organizaciones horizontales, en las que resulta igualmente peligroso enfrentarse a las opiniones mayoritarias, movidas por la energía de la competición entre grupos. Ninguno de los dos modelos de organización parecen pensados para fomentar una convivencia armoniosa entre personas diversas.
La cuestión es si existe alguna alternativa viable a medio camino entre la exacerbación del individuo/cualidad de las primeras o del colectivo/cantidad de las segundas y la respuesta es sí y no solo una aunque a lo largo de este artículo vamos a centrarnos en una de ellas, la sociocracia, un modelo de organización y gobernanza creado en su forma moderna por Gerard Endenburg, empresario holandés, en la década de los 70’s del pasado siglo.

Comunidades enfocadas hacia la colaboración

Hablar de sociocracia es hablar de estructura y cultura dentro de la organización. Una estructura, a medio camino entre la verticalidad que se enfoca en el resultado y la horizontalidad que se enfoca en el colectivo, que permite una mayor implicación de las personas en la orientación y los resultados de la organización y una cultura que fomenta la colaboración y la comunicación lo cual redunda en una inmediata mejora del ambiente en la comunidad ya que las energías se dirigen hacia un mismo objetivo compartido.
La sociocracia empodera a las personas socias pero para hacer esto posible deben implantarse las condiciones adecuadas. Es decir:

  1. Debe darse equivalencia entre los miembros de los distintos niveles de la organización de tal manera que nadie, ni el responsable del equipo, pueda dominar a los demás miembros sin que esto signifique que desaparezcan l@s lideres. Más bien al contrario se refuerza su papel en la ejecución al compartir con su equipo la responsabilidad en las decisiones de orientación general.
  2. La atención de los miembros debe estar dirigida hacia el proyecto común compartido que será el motor del equipo al fortalecer el interés general.
  3. Debe favorecerse la libre circulación de información y la retroalimentación tanto interna como externa en un ciclo sin fin de tres pasos (entrada, procesamiento, evaluación).

En pocas palabras, la sociocracia trata de recoger y canalizar toda esa energía que en las organizaciones tradicionales suele acabar dirigiéndose hacia el desinterés, el conflicto o el abandono convirtiendo a cada persona en un elemento que se siente valioso y reconocido por una comunidad que le deja ser.

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Miguel Angel de la Peña Cristiá

Miembro ALVARIZA COLABORATIVAS COMPOSTELA