¿Por qué?
Equiparse para mejorar
Las empresas exitosas inventan su propia receta para el éxito. Sin embargo, en todos los casos, esta receta se basa en algunas técnicas adaptadas al contexto de la organización y, sobre todo, en una mentalidad que promueve los valores fundamentales del crecimiento humano.
Medir las cosas correctas
La gestión de las variables que afectan el rendimiento de una empresa requiere el establecimiento de objetivos claros, la implementación de procesos de trabajo lógicos y el seguimiento de indicadores de rendimiento precisos tanto a nivel de activos tangibles (capital financiero y clientes) como de activos intangibles (organización y habilidades del personal).
Mejorarse
Para mejorar, es necesario tomarse el tiempo para identificar la causa de los problemas de rendimiento y aprovechar toda la creatividad de aquellos que pueden resolver estas dificultades. Esto es posible mediante la creación, capacitación, animación y gestión de grupos de mejora integrados en los equipos naturales de trabajo.
Trabajar juntos
Medir el rendimiento e identificar las causas de los problemas de rendimiento no es suficiente. Es necesario poder movilizar a todos los empleados en la dirección de los resultados buscados. La implementación de una estructura de comunicación y toma de decisiones que garantice la implicación responsable de todos los empleados para lograr los objetivos de la empresa sigue siendo el ingrediente más importante para asegurar el rendimiento de una organización a largo plazo.
Principios de los buenos programas
Son simples
Existen muchos programas para mejorar el rendimiento de una organización, cada uno enfocado en una función importante de la empresa. Esta diversidad fomenta la dispersión de los recursos internos. La integración de estos programas en un enfoque único debe recibir una atención especial de la dirección para concentrar los esfuerzos de las personas más competentes de la organización donde realmente importa.
Están integrados
Un programa efectivo de gestión del rendimiento se integra a la gestión normal de las operaciones de cada equipo de trabajo, desde la alta dirección hasta los equipos de primer nivel.
Su éxito radica en la calidad del seguimiento
El conocimiento por sí solo no cambia los comportamientos. El éxito de los programas de gestión del rendimiento reside en la calidad de las actividades de seguimiento respaldadas por la alta dirección.