Budismo y Sociocracia
Somos una Comunidad Budista con una trayectoria de más de 30 años que se fundó en Barcelona y que actualmente tiene su actividad en España, Perú, Bolivia y Nepal.
Se trata de un proyecto de inspiración budista para el desarrollo personal y un mandala de crecimiento espiritual. Un espacio en el que se hacen visibles los valores internos ayudando así a todos aquellos que quieran despertarlos en sí mismos. Nos mostramos como un campo de experimentación y práctica donde desarrollar la filosofía budista y aprender a promover los valores que nos acercan a una felicidad estable.
Nuestros valores budistas basados en el cultivo del amor y la compasión y en el despertar de la sabiduría han guiado nuestra organización y a lo largo de estos años. Hemos ido integrando herramientas conectadas con nuestra filosofía para crear una organización amable y respetuosa pero también ágil y eficaz. Recursos como la Comunicación No Violenta o el Coaching nos han ayudado a mejorar nuestra estructura organizativa.
Hace 4 años conocimos de la mano de Didier Escalón la Sociocracia a través de una conferencia en Barcelona. Su propuesta nos inspiró e intuimos que el modelo sociocrático nos podía ayudar a mejorar nuestra actividad organizativa. Como organización sin ánimo de lucro, conectada a valores internos y al cuidado de las personas necesitábamos mejorar nuestra operatividad para hacer más benéfica nuestra acción.
Enseguida implementamos un plan de formación básica de Sociocracia en el que participaron una treintena de personas. A la vez, actualizamos nuestra organización a la estructura de Círculos y empezamos a implementar nuestras primeras reuniones sociocráticas. Las primeras experiencias fueron muy motivadoras en la medida que descubríamos el poder de los roles, como, por ejemplo, la facilitación y descubríamos el impacto positivo que generaba la toma de decisiones por consentimiento. Poco a poco, nos impregnábamos de una nueva herramienta para mejorar nuestra organización.
Antes de iniciar este proceso sociocrático, nuestra organización estaba fundamentada en mantener vínculos sanos, creando relaciones basadas en el respeto y la confianza. Esto nos permitía mantener un ambiente amable y conciliador, pero nuestra relación con el desarrollo de los objetivos de la organización era muy relajado, ya que a pesar de contar con muchos voluntarios, el compromiso con el cumplimentado de las acciones era bajo. El peso de la organización se centraba en pocas personas que asumían los compromisos diarios, lo que generaba tensión para cumplir nuestros objetivos básicos teniendo que relajar nuestro desarrollo como Comunidad.
Con la activación de los círculos sociocráticos y su metodología, empezamos a concretar funciones de los voluntarios y establecer compromisos de actividad. Esto nos llevó a crear dinámicas de trabajo en equipo en el que manteníamos una mejor operatividad la cual se veía reforzada por la toma de decisiones desde el consentimiento, generando más implicación de cada miembro. Además esta nueva dinámica facilitaba que surgiera de una forma más natural la inteligencia colectiva para ir transformando los retos que surgían
Tras casi dos años después de la implementación del método, fruto del crecimiento de la organización y de los retos que planteaba nuestra expansión, nuestros consultores sociocráticos nos acompañaron para revisar nuestra estructura organizativa. De estas sesiones, junto con un equipo de trabajo surgió una estructura en 4 niveles que se adaptaba a nuestras necesidades organizativas, preservando nuestra esencia espiritual y acompañando nuestra acción social de una forma integrada y más eficaz.
Actualmente, estamos organizados en 15 círculos que movilizan a unas 80 personas en 4 países, combinando nuestra actividad operativa con los espacios de decisión compartidos. En estos momentos, empezamos a notar cómo el espíritu sociocrático se respira con normalidad en la organización y cómo las personas valoran sus beneficios implicándose activamente en el conocimiento de la herramienta.
Seguimos muy activos en el aprendizaje de esta poderosa herramienta y somos conscientes que podemos seguir explorando sus beneficios y mejorando su aplicación. Para ello, seguimos con una formación continua que nos ayuda a evaluar el desarrollo sociocrático de Sangha Activa.
Deseamos poder ser más benéficos con nuestra acción en un momento en que la sociedad necesita modelos de organización más colaborativos, comprometidos, solidarios y compasivos. Necesitamos tejer vínculos y relaciones saludables que nos permitan crear un mundo más amable y bondadoso.
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Ngagpa Ngawang Rinchen
Sangha Activa